El colegio, el barrio, el pueblo, son lugares idóneos para reintroducir los juegos tradicionales en los hábitos de los niños y con ello realizar una excelente labor de divulgación y conservación de estos juegos.
Jugar con los juegos de siempre para comprender la forma de diversión de las generaciones anteriores.
Es por ello, por ese valor creativo y participativo, por lo que debemos darles importancia y rescatarlos del olvido en este mundo capaz de mecanizar hasta el alma.
Los participantes juegan y crean sus propias manos juegos e instrumentos tradicionales.